Introducción

Stella de la Torre y Diego G. Tirira



Entre los mamíferos neotropicales, los primates son un grupo único, no solo por su diversidad, adaptaciones anatómicas, sistemas sociales y roles ecológicos, sino también por los problemas de conservación que enfrentan. Igualmente, es indispensable destacar la importancia ecológica de estos mamíferos para la funcionalidad de los ecosistemas que ocupan (Garber y Estrada, 2009; Estrada et al., 2017).

En la evaluación sobre el estado de conservación de los 204 taxones de primates neotropicales que en 2007 realizó el Grupo de Especialistas en Primates de la UICN, el 40 % de las especies fue considerado dentro de alguna categoría de amenaza: 23 taxones En Peligro Crítico, 23 En Peligro y 35 Vulnerables (UICN, 2008; Rylands y Mittermeier, 2009). En la evaluación que este mismo grupo de especialistas realizó en 2015, el porcentaje de taxones amenazados subió a 44 % (de un total de 222 taxones evaluados, UICN-CSE, en preparación), lo cual evidencia la necesidad de implementar acciones más efectivas para conservar este grupo de mamíferos.

En este contexto, el desarrollo de planes de acción para la conservación de los primates neotropicales en todos los países de la región es un reto imperativo que enfrentar. El Plan de acción para la conservación de los primates del Ecuador es nuestro primer intento por enfrentar este reto.

La diversidad actual de primates del Ecuador está conformada por 21 especies y 22 taxones (esto debido a que una especie presenta dos subespecies en el país) (Tirira, 2017). Esta riqueza ha tenido un lento pero constante incremento en las últimas décadas, de 16 especies a inicios de 1980 (Albuja et al., 1980), a 19 en la década siguiente (Albuja, 1991) y a 20 una década más tarde (Tirira, 2004). Los 22 taxones habitan en bosques a ambos lados de los Andes, 18 en la Amazonía y 4 en los bosques de occidente (de la Torre, 2012; Tirira, 2017) (tabla 1).

Aunque los estudios sobre primates ecuatorianos son escasos (de la Torre, 2012), es indudable que en los últimos años su número y variedad han ido en aumento; un ejemplo de ello son los 17 trabajos presentados en el III Simposio sobre Investigación y Conservación de Primates en Ecuador, realizado durante el III Congreso Ecuatoriano de Mastozoología en 2016 (Tirira, 2016) y los 20 trabajos durante el congreso siguiente, en 2018 (Tirira, 2018). Gracias a estas investigaciones, y a otras realizadas en otros países del área de distribución de estas especies, hoy conocemos más sobre la evolución de estos mamíferos y el papel fundamental que desempeñan en la dinámica de los bosques tropicales como dispersores, polinizadores, depredadores y presas. Lo que ahora conocemos acerca de estas especies evidencia la importancia de conservarlas, no solo porque forman parte de nuestra historia evolutiva, sino por su contribución a la salud e integridad de los ecosistemas, de los que también dependemos los seres humanos.

Estos avances en el conocimiento son también responsables de los cambios taxonómicos que se han dado en este grupo en los últimos tiempos. Hasta hace 20 años, por ejemplo, se consideraba que todos los primates neotropicales pertenecían a una de dos familias: Callitrichidae y Cebidae (Hershkovitz, 1977). A principios de este siglo, el número de familias aumentó a cuatro: Cebidae (con las subfamilias Callitrichinae y Cebinae), Aotidae, Pitheciidae y Atelidae (Groves, 2001). En la actualidad se aceptan cinco familias: Callitrichidae, Cebidae, Aotidae, Pitheciidae y Atelidae (Mittermeier, Rylands y Wilson, 2013).

A nivel de especies también han habido cambios importantes; en la tabla 1 se presentan las sinonimias que los primates ecuatorianos han recibido en los últimos 20 años. Estos cambios taxonómicos son el resultado de nuevos análisis, muchos de ellos con herramientas moleculares, así como de nuevas interpretaciones de la variabilidad fenotípica y genotípica de las poblaciones. Estos análisis son cada vez más refinados y buscan representar las relaciones y la historia evolutiva de este grupo, por lo cual no es de extrañar que en un futuro cercano todavía existan cambios en la taxonomía de los primates ecuatorianos. Eventualmente, algunos de estos cambios taxonómicos pueden tener un impacto sobre las evaluaciones del estado de conservación, en especial si es que los actuales taxones se dividen, pues esta división resultaría en reducciones de los rangos de distribución geográfica que, a su vez, incrementarían la vulnerabilidad a la extinción (Morrison et al., 2009).

Es precisamente el análisis sobre la vulnerabilidad a la extinción el eje sobre el cual se desarrolla este Plan de acción para la conservación de los primates del Ecuador. El primer paso para conservar a este grupo es entender cuáles son los factores que influyen en la vulnerabilidad de cada uno de los taxones presentes. La magnitud de los impactos antropogénicos sobre el estado de conservación de los primates ecuatorianos puede ser mejor entendida si se considera que Ecuador es el país con la más alta densidad de población humana de Sudamérica (55 habitantes por kilómetro cuadrado, aproximadamente; INEC, 2010) y una elevada tasa de deforestación, estimada entre 70 000 y 190 000 hectáreas por año (FAO, 2010; MAE, 2013).

La destrucción de los hábitats ha sido mayor en los bosques de la Costa, pues desde tiempos prehistóricos esta ha sido la región con mayor desarrollo agrícola gracias a la disponibilidad de agua, grandes planicies y suelos fértiles (MAE, EcoCiencia y UICN, 2001). Por otro lado, aunque hay pocos estudios sobre los efectos de la cacería y el tráfico de animales vivos sobre las poblaciones de primates en Ecuador, la evidencia indica que los impactos de estas actividades sobre los primates nativos son negativos y considerables (Zapata Ríos, 2001; Dew et al., 2003; WCS, 2006; de la Torre, Yépez y Snowdon, 2007; Zapata Ríos, Urgilés y Suárez, 2009; Tirira, 2013).

Como resultado del efecto aditivo de los impactos antropogénicos, el estado de conservación de los primates del país ha tenido un constante detrimento. En 1983 se hablaba de tres especies de primates con problemas de conservación (Albuja, 1983), número que incrementó a seis especies amenazadas en 1996 (32 % de la diversidad total de primates conocida en aquel momento) (Tirira, 1999). En la década siguiente, durante la evaluación para el primer Libro Rojo de los mamíferos del Ecuador (Tirira, 2001) se indicó que nueve especies de primates presentaban problemas de conservación (cinco como especies Amenazadas y cuatro como Casi Amenazadas, según criterios de la UICN, 2001), lo cual representaba un 47 % de la diversidad conocida. Una década más tarde, en la segunda edición del mismo libro (Tirira, 2011), este número incrementó a once taxones amenazados (un 53 % de la riqueza total: 10 % fueron considerados como En Peligro Crítico, 24 % como En Peligro y 19 % como Vulnerables) y nueve casi amenazados (43 %), de un total de 21 taxones reconocidos en aquel momento (tabla 1). Estos valores indican que para 2011, el 95 % de la diversidad de primates del país enfrentaba problemas relacionados con su conservación. En aquella evaluación, además se incluyó una especie como Datos Insuficientes y ninguna dentro de la categoría de Preocupación Menor.

Es lamentable y preocupante que todos los primates del Ecuador estén seriamente afectados por acciones humanas. Como habitantes de este lugar en el planeta, tenemos la obligación ética de reducir y mitigar estos impactos. Sin embargo, las acciones que se requieren para esto son tan diversas y complejas que es necesario realizarlas por etapas, en las que se deben priorizar unas acciones sobre otras. Aunque es evidente que todos los primates ecuatorianos están afectados por actividades humanas, el estado de conservación de algunos taxones requiere de acciones más inmediatas; por este motivo, el Plan de acción se ha enfocado en los taxones amenazados. Esto no significa que se haya dejado de lado a las otras especies, pues dado que los esfuerzos para mejorar el estado de conservación de los taxones amenazados se centran, en buena medida, en preservar sus hábitats, esta estrategia permitirá afrontar los problemas de conservación prioritarios que requieren todos los primates nativos del país.

Las acciones que se proponen en este Plan de acción se basan en el conocimiento que en la actualidad tenemos sobre las especies de primates ecuatorianos. Es claro que este conocimiento tiene limitaciones y que debemos investigar más para entender muchos aspectos de la ecología y el comportamiento de estos animales. La investigación es, precisamente, uno de los ejes en este plan, como lo son también la educación y las políticas de manejo a nivel local, nacional y regional. Para implementar este Plan de acción es necesario el apoyo del Estado y de la sociedad civil, no solo para financiar las acciones de conservación propuestas, sino para hacerlas sostenibles y perdurables. Ese apoyo tiene que concretarse ahora. Tenemos poco tiempo para actuar y evitar perder a un grupo de animales ecológicamente importante y el más cercano evolutivamente a nuestra especie.


Tabla 1. Primates del Ecuador, taxonomía actual, sinonimias recientes, distribución y categorías de conservación asignadas. La taxonomía actual y los nombres en español siguen a Tirira (2017). Las categorías de conservación según el Libro Rojo de los mamíferos del Ecuador (Tirira, 2011).


Taxón Nombre en
español
Sinonimias recientes  Distribución   Categoría de
conservación
CALLITRICHIDAE        
Cebuella pygmaea Tití pigmeo Callithrix pygmaea Amazonía VU
Leontocebus lagonotus Tamarín ensillado
de dorso rojo
Saguinus lagonotus
Saguinus fuscicollis
Amazonía NT
Leontocebus nigricollis       

Tamarín de dorso
negro
Saguinus nigricollis
Saguinus graellsi
Saguinus nigricollis graellsi
Amazonía VU
Leontocebus tripartitus Tamarín ensillado
de dorso dorado
Saguinus tripartitus
Saguinus fuscicollis tripartitus
 Amazonía  VU
 CEBIDAE        
Cebus aequatorialis Capuchino
ecuatoriano
Cebus albifrons
Cebus albifrons aequatorialis
Costa CR
Cebus capucinus Capuchino de cara
blanca de Linneo
   Costa  EN
Cebus yuracus Capuchino del
Marañón
Cebus albifrons
Cebus albifrons cuscinus
Cebus albifrons yuracus
 Amazonía  NT
Sapajus
macrocephalus
Capuchino de
cabeza grande
Cebus apella
Cebus macrocephalus
 Amazonía  NT
Saimiri cassiquiarensis Mono ardilla de
Humboldt
Saimiri macrodon
Saimiri sciureus
Saimiri sciureus macrodon
 Amazonía  NT
AOTIDAE        
Aotus lemurinus Mono nocturno
lemurino
   Amazonía  DD
Aotus vociferans Mono nocturno
de Spix
Aotus trivirgatus  Amazonía  NT
PITHECIIDAE        
Cheracebus lucifer Tití de manos
amarillas
Callicebus lucifer
Callicebus torquatus
 Amazonía  VU
Plecturocebus discolor  Tití rojizo Callicebus cupreus
Callicebus discolor
Callicebus moloch
 Amazonía  NT
Pithecia aequatorialis Saki ecuatorial Pithecia monachus  Amazonía  NE
Pithecia milleri Saki de Miller Pithecia monachus milleri  Amazonía  NT
Pithecia napensis Saki del Napo Pithecia aequatorialis
Pithecia monachus
 Amazonía  NT
ATELIDAE        
Alouatta palliata Mono aullador de
manto dorado
Alouatta palliata aequatorialis  Costa  EN
Alouatta seniculus Mono aullador rojo
de Linneo
   Amazonía  NT
Ateles belzebuth Mono araña de
vientre amarillo
Ateles belzebuth belzebuth  Amazonía  EN
Ateles fusciceps Mono araña de
cabeza marrón
Ateles geoffroyi
Ateles geoffroyi fusciceps
 Costa  CR
Lagothrix lagothricha
lagothricha
Mono lanudo de
Humboldt
Lagothrix lagotricha  Amazonía  EN
Lagothrix lagothricha
poeppigii
Mono lanudo de
Pöppig
Lagothrix lagotricha
Lagothrix poeppigii
Amazonía EN



Categorías de conservación:

CR = En Peligro Crítico, DD = Datos Insuficientes, EN = En Peligro, NE = No Evaluada, NT = Casi Amenazada, VU = Vulnerable.


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